El campo laboral del profesional de esta disciplina resulta prácticamente ilimitado, ya que la acción del profesional del derecho es universal, toda vez que en todas las áreas de la actividad humana se requiere, en alguna medida, interpretar, aplicar o generar normas y actitudes jurídicas.

En la actualidad, el abogado o el licenciado en Derecho ejerce como tal, tanto en la práctica forense como postulante, juez, magistrado o agente del ministerio público, en el ámbito federal o estatal, en actividades de representación, asesoramiento y defensoría; actúa en forma destacada en actividades relativas a la interpretación y aplicación de normas jurídicas en diversos tribunales, en la administración y operación de los mismos.

Asimismo, el licenciado en Derecho puede desarrollar su actividad profesional tanto en la administración e impartición de la justicia como en la defensa de los derechos humanos. Por otro lado, las circunstancias actuales y futuras indican la necesidad de crear nuevos juzgados en materia federal y local, tribunales agrarios y comisiones de derechos humanos, lo que redunda en mayor espacio para el ejercicio de la abogacía.

La globalización de la economía nacional y su vinculación en los ámbitos internacionales exige una preparación del egresado que le permita competir en el mercado internacional, pudiendo desarrollarse tanto   en organismos internacionales a través de proyectos relacionados con temas de afección social como en consulados, embajadas u organismos internacionales atendiendo temas migratorios.

El abogado también puede laborar de manera independiente, por su cuenta o asociado con profesionistas de su misma actividad o de otras profesiones, en despachos de consultoría y asesoría o en Bufetes jurídicos nacionales e internacionales litigando en lo civil, familiar, penal, mercantil, ambiental, laboral, etc. ; como directivo, asesor o trabajador de empresas públicas y privadas, con una participación cada vez mayor, en la función administrativa y en las actividades del Estado, sobre todo en las actividades encargadas a los órganos ejecutivos.

En resumen las  áreas en las que  pueden desempeñarse son:

  • Empresa de expansión internacional y multinacional, al realizar análisis estratégico para la toma de decisiones.
  • Medios masivos de comunicación como analista político.
  • Instituciones académicas y centros de investigación.
  • Organizaciones no gubernamentales.
  • Notarias públicas y organizaciones de la sociedad civil.
  • Práctica forense.
  • Magistrado o agente del ministerio público.
  • Diplomacia.
  • Despachos de consultoría y asesoría o en bufetes jurídicos.
  • Directivo, asesor o trabajador de empresas públicas y privadas.